La inestabilidad en la molienda debido fundamentalmente a roturas en las industrias, ha caracterizado el comienzo de la zafra azucarera 2017-2018 en la provincia de Granma, que arrancó el 21 de diciembre último.
Bayamo, 6 ene (ACN  La inestabilidad en la molienda debido fundamentalmente a roturas en las industrias, ha caracterizado el comienzo de la zafra azucarera 2017-2018 en la provincia de Granma, que arrancó el 21 de diciembre último.

De los tres centrales que debían empezar a moler a finales del 201 solo dos,  el Enidio Díaz, de Campechuela,  y el Arquímides Colina, de Bayamo,  comenzaron  sus operaciones fabriles, y también ha tenido  afectaciones.

  Según precisó a la ACN José Luis Núñez, director de Atención a Plantas Industriales en la Empresa Azucarera  Granma, “El Enidio” fue el primero en incorporarse a la campaña, pero a los dos días sufrió una rotura en el reductor que mueve dos molinos, lo cual paralizó el ingenio por 60 horas.

  Núñez resaltó que se buscó solución en el propio central a la mencionada avería y ya la fábrica del municipio costero  le ha cogido el golpe a la molienda, pues exhibe un comportamiento excelente de eficiencia energética e industrial, que la ubican a la vanguardia de la actual zafra en el país.

   Mientras, el central bayamés Arquímides Colina, empezó sus operaciones el 30 de diciembre último y a los dos días tuvo una paralización de cuatro horas a causa de problemas en la estera elevadora de caña, comentó.

 El directivo informó que aunque se solucionó rápidamente la mencionada rotura, ese ingenio no ha podido estabilizar las operaciones fabriles debido a constantes desajustes que aparecen allí en distintos eslabones de la cadena productiva.

  Por su parte, el central Grito de Yara, de Río Cauto,  tercero que debía arrancar  en el año que recién finalizó, aún  no se incorpora a la molienda, ya que la llegada tardía de recursos para las reparaciones de las calderas, retrasaron por más de 20 días los trabajos de mantenimiento, agregó.

  Estos percances en el  “Grito de Yara”, dijo, unido a los tropiezos de las dos fábricas  incorporadas a la actual temporada azucarera, han generado que la provincia acumule un atraso, hasta la fecha,  de más de mil 300 toneladas del crudo.

   Explicó que el central de Río Cauto debe estar listo el próximo domingo para su prueba de molida, cuyos resultados determinarán la fecha de arrancada.

   El ingenio Roberto Ramírez, de Niquero, y el Bartolomé Masó, del municipio homónimo deben someterse a examen antes del 12 venidero,  para definir su entrada en acción, con lo cual se completaría el quinteto fabril granmense de la actual temporada, añadió.

 Pese a los problemas, los agroindustriales no renuncian a su empeño por cumplir el compromiso contraído en la actual contienda, sin embargo, no basta solo con la voluntad para revertir la cadena de atrasos.

 Los azucareros granmenses deben apurar el paso y buscar solución inmediata a los obstáculos que aparecen en el camino, porque el tiempo no se detiene y cada minuto perdido repercutirá en el resultado final.