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"Peor que los peligros del error son los peligros del silencio." ""Creo que mientras más critica exista dentro del socialismo,eso es lo mejor" Fidel Castro Ruz

martes, 8 de agosto de 2017

Productos naturales reclaman espacio en la salud del cubano

Zoe Lemus atribuye la calidad de los productos naturales al riguroso proceso seguido en la entidad santiaguera. Foto: del autor
SANTIAGO DE CUBA.–La calidad y el rigor con que la Empresa Laboratorio Farmacéutico Oriente, asume desde hace 20 años la entrega de productos naturales a base de reconocidas plantas medicinales o derivados apícolas, le han reservado un lugar especial en el arsenal terapéutico de los santiagueros.
Para constatarlo baste mencionar las tabletas de Anamú, Manzanisán, Lecisán, Fibrosán, Jalex, Viprol, o el reciente Mentisán, aunque su creciente aceptación popular contraste con el limitado volumen que con destino a la red farmacéutica elabora esporádicamente la entidad santiaguera.
La autora de esos medicamentos y suplementos nutricionales o dietéticos, la ingeniera e investigadora Zoe Lemus Rodríguez, asegura que también han contribuido a elevar esa confianza del consumidor las condiciones de producción moderna, y el control de la calidad desde la materia prima al envasado y presentación actual.
Pero la preferencia por estos productos de base natural no debe verse como exclusiva de los cubanos. La literatura especializada atribuye que el 25 % de todos los fármacos que se prescriben en países industrializados se derivan de árboles, arbustos o hierbas, mientras que en las naciones en desarrollo el 80 % del conjunto terapéutico responde al uso de plantas medicinales.
El caso de nuestro país es atípico, en tanto el sistema de salud nacional asegura un cuadro básico de medicamentos genéricos que son suministrados gratuitamente en los hospitales o que se expenden a precios mayormente subsidiados en las farmacias.
Sin embargo, no es un secreto que algunos renglones de ese programa permanecen durante cierto tiempo en falta, ni resulta nada despreciable la inversión en divisas requerida para importar su materia prima, de ahí que algunos de ellos bien podrían sustituirse por la forma más antigua de cuidados médicos.
Solo a modo de ejemplo la también máster en Medicina Natural y Bioenergética Lemus Rodríguez, señala que como tónico digestivo la universalmente conocida manzanilla (comercializada en tabletas bajo el nombre de Manzanisán) es comparable al metilbromuro de homatropina, mientras que como sedante resulta superior al meprobamato, y como antinflamatorio a la papaverina.  
El Anamú está registrado como inmunoestimulante, ya que fortalece el sistema inmunológico, y administrado a pacientes que reciben radioterapia o quimioterapia acciona mejor que el levamisol, que en realidad constituye un antiparasitario, mientras que la jalea real empleada en el Jalex, aventaja al fumarato ferroso.
A ellos se unen la efectividad del Vimang como analgésico, antioxidante y antinflamatorio, de las tabletas Fibrosan compuestas por fibras insolubles a base de salvado de trigo y fibras solubles de hollejos de naranja, que son ideales para resolver el estreñimiento, y en dietas de adelgazamiento.
Esta forma en tabletas obedece a una mayor estabilidad químico farmacéutica que los medicamentos genéricos, los cuales llevan en su conservación líquidos alcohólicos, las hace más fáciles de transportar y conservar que las fórmulas líquidas, por vía oral resultan más aceptables que las cápsulas, y no requieren del procedimiento de preparación de las infusiones.
Para seguridad absoluta, todos estos productos considerados suplementos nutricionales están certificados por el Instituto Nacional de Higiene, Epidemiología y Microbiología, a la vez que los registrados como medicamentos son avalados por el Centro Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos, del Ministerio de Salud Pública, de Cuba.
LA LÍNEA ANHELADA
El control de la calidad, el acabado y la presentación, han contribuido a elevar la confianza de los consumidores. Foto: del autor
Atendiendo a su objeto social, la institución santiaguera centra su prioridad en el compromiso con el cuadro básico de medicamentos, que en su caso responde al ciento por ciento de las vendas enyesadas y sales de rehidratación demandadas por el país, el 50 % de las soluciones concentradas para hemodiálisis, y el 75 % de las soluciones parenterales (sueros) empleadas en Cuba.
Asimismo, se encargan del 17 % de los surtidos en forma de tabletas que requiere la nación, el cual asciende a 900 millones de unidades y comprende medicamentos como la nicotinamida, nutriforte, aprazolán, naproxeno, fenitoina, sulfato de zinc, y toda la dipirona asignada a hospitales.
«Objetivamente –explica la directora adjunta de la entidad, Sandra Hechavarría Lafargue–, el problema radica en que nuestra planta de tabletas cuenta con una sola línea de producción, y mientras no se haya cumplido el plan de medicamentos genéricos no podemos introducir ningún producto natural.
«A veces se cumple con los primeros –añade–, pero queda un espacio muy corto y no se puede aprovechar la planta, porque no es fácil compartir unos y otros productos, que antes y después de cada proceso requieren de una rigurosa limpieza de la línea, sobre todo en tabletas muy oscuras como el Vimang y el Anamú».
Directivos del Grupo Empresarial BioCubaFarma (al cual pertenecen), han manifestado el interés de montar una línea independiente para los productos naturales, ninguno de los cuales alcanza hoy el millón de unidades. Para abaratar la inversión el proyecto aprovecharía parte de la actual planta, pero aún carecen del financiamiento.  
«No se trata de una inversión ambiciosa como sería construir otra planta –argumenta Zoe Lemus–, solo aspiramos a poseer una línea de producción propia, y como somos optimistas igualmente confiamos en que luego de tenerla, podamos contar con el volumen de materia prima que demandaría una producción de este tipo sostenida».
Téngase en cuenta que no todo árbol, arbusto o hierba es aprovechable. La manzanilla de flores idóneas solo se cosecha en Pinar del Río, y a pesar de la amplia existencia de anamú en fincas santiagueras y guantanameras, su empleo exige un tratamiento agrotécnico adecuado.
Además, inexplicablemente fue suspendido desde hace varios años el suministro del extracto seco o polvo de la cáscara del mango que aporta el Vimang, con el pretexto de que solo se suministraría a Labiofam, y la apicultura igualmente dejó de entregar la jalea real para la valiosa tableta Jalex.
Sobre este último producto, Lemus Rodríguez precisa que es excelente para la anemia, la fatiga, el trastorno sexual, pérdida del apetito y el agotamiento físico, y la elaboración de 100 000 tabletas apenas requeriría de 10 kilogramos de jalea real.
El tema merece especial atención, pues tras la salida del Lecisán (eliminación de depósitos grasos, previene enfermedades como el Alzheimer y mejora la circulación sanguínea), así como del Mentisán (dolor de garganta, congestión nasal y halitosis), ya fue registrada la esperada moringa en tabletas, y tienen en desarrollo las de pasiflora, el sedante por excelencia de muchas personas.
El aprovechamiento de tales potencialidades sería un privilegio para Cuba, que lejos de aceptar la importación de productos similares, podría introducirse en un campo cuyo mercado internacional evidencia perspectivas halagüeñas.

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