CAMAGÜEY.- Consuelo Ameneiro Torres es investigadora del Centro de Estudios de la Economía Cubana, pero vive con los pies puestos en la tierra. De ahí que sus valoraciones tengan un sentido realista cuando de marketing se trata. Combina muy bien la academia con el sentido práctico, sin rebuscamiento de términos, y con sus sabios consejos compulsa al más reacio a entender la esencia de la comercialización.
Ante la pregunta de qué papel desempeña el marketing en la economía, explicó: “En estos momentos en que el país impulsa y solicita de las empresas que valoren sus potencialidades exportadoras, por la necesidad de la entrada de divisas frescas, tenemos que crear habilidades. Poseemos un mercado relativamente estable, pero con una baja o nula competencia. No tenemos habilidades para un mundo competitivo, donde la competencia es desleal, muy dinámica y con excesos de recursos que la nación no tiene”.
Es la segunda oportunidad que he tenido de dialogar con ella en los últimos seis meses. Su presencia en Camagüey responde a la impartición de cursos en torno a temas vinculados con el marketing y el modelo de negocios, con miradas a su utilidad.
“Es muy importante la filosofía de orientación al cliente, porque no es un secreto que en el ámbito de la comercialización se ha vivido orientados a las ventas y todo lo que se lanza al mercado es consumido, pero en el ámbito internacional la gestión no opera así”.
Desde su punto de vista, en el mercado cubano comienza a observarse un criterio de selectividad. El interesado está exigiendo determinados atributos y empieza a tener un rol protagónico en las decisiones, incluso, el que desempeña las funciones de marketing dentro de la organización empresarial.
—¿Cree que no se aprovechan todas las potencialidades que brinda esa herramienta en Cuba?
—Totalmente no. Ha habido avances, y creo que la Feria Internacional de La Habana ha sido un reto para muchas empresas que acoplan su participación con producciones cubanas. Hay que comprender que el marketing es costoso. Hablamos de comunicación, de un spot publicitario, aunque hay cosas menos caras, como un sitio web que con un mensaje bien pensado, con los atributos distintivos del producto o servicios y la identificación de lo que el mercado está demandando, es posible avanzar.
“Los estudios de satisfacción están hoy por perfeccionar, y no todas las entidades han desarrollado un sistema de retroalimentación que les permita estar al tanto de los cambios constantes que también tiene el cliente.
“Imponemos un producto que muchas veces no responde a los códigos de determinados segmentos o no cumplen con las exigencias del momento. A lo mejor es de calidad, pero que necesita variaciones o si vale la pena continuar, si somos competitivos”.
—¿Es erróneo pensar que el marketing, como es una palabra en inglés, es aplicable solo al sistema empresarial capitalista?
—Usted no puede vender si no tiene técnica de venta, no hace promoción y publicidad. Usted no puede vender si no hace un estudio de mercado y establece los márgenes comerciales en base a una relación adecuada de calidad.
En criterio de la entrevistada, los principios del marketing son aplicables en el sector empresarial y en el presupuestado, y las barreras señaladas pueden resolverse en función del cambio que necesita el país.
La Máster en Administración de Negocios sostiene la posibilidad de cambio para demostrar que la empresa estatal socialista no está asociada a la ineficiencia, y eso se lo inculca a los estudiantes en la Universidad de La Habana.