Fidel


"Peor que los peligros del error son los peligros del silencio." ""Creo que mientras más critica exista dentro del socialismo,eso es lo mejor" Fidel Castro Ruz

miércoles, 14 de septiembre de 2016

Ascenso de los robots, ¿adiós al trabajo humano?



Robots ‘Alpha’ que se conectan a los teléfonos móviles en una exposición en China. VCG/Getty Images

Cómo la robotización de nuestras sociedades va a afectar al ámbito laboral es un debate plagado de inquietantes interrogantes.
Hasta hace poco las tiendas de periódicos de los aeropuertos de Londres eran atendidas por trabajadores. Hoy los vendedores han sido sustituidos por máquinas que leen digitalmente el precio y cobran. Una persona ayuda a los clientes, y a las máquinas, a aprender y funcionar.  Es previsible que en un futuro próximo esa persona, y el guardia de seguridad que circula entre los pasillos, también sean sustituidos. A partir de entonces todo serán ventajas para la empresa empleadora. Las máquinas no se enferman, no cobran salario, no hay que pagarles seguridad social ni se afilian a sindicatos.
“Un ejército de robots está en marcha”, anuncia el diario Financial Times, y avanza hacia supermercados, fábricas, hospitales, aparcamientos, universidades y todo tipo de actividad productiva, comercial, e incluso hasta empresas donde se estudia cómo integrar robots en el trabajo. “La llegada de los robots, y su potencial efecto devastador sobre el empleo humano, ha sido anunciada por mucho tiempo. Ahora las máquinas salen de los laboratorios”, proseguía el mismo periódico. El mercado de los robots podría alcanzar en 2019 los 135.000 millones de dólares. China y Japón están a la cabeza en la reestructuración de su mercado laboral.
La robótica tiene también dimensión geopolítica, con China y Estados Unidos a la cabeza de la innovación y la competencia, seguidos por Japón y varios europeos. Uno de los laboratorios a la cabeza es el Departamento de Defensa estadounidense. Los avances de la robótica en el campo de la defensa están llevando a serios problemas éticos. Los aviones no tripulados (drones) están guiados por personas, pero expertos temen que los robots puedan llegar a decidir por sí mismos. ¿Quién sería responsable de sus actos? ¿Qué pasaría con las reglas de la guerra y el derecho humanitario?
Sobre algunas tareas no militares que pueden realizar robots surgen también consideraciones éticas. Los doctores Noel y Amanda Sharkey, expertos en inteligencia artificial de la Universidad de Sheffield, consideran que las máquinas para cuidar enfermos y especialmente a ancianos que están ensayándose actualmente no deberían sustituir la presencia humana, inclusive aunque puedan leer e imitar emociones. Igualmente critican los prototipos que imitan tiernas focas blancas como compañía para enfermos mentales. “Engañar a los vulnerables de esta manera, dicen, podría ser una afronta a susdignidades”.
El control del 1%
Robots que sirven comida a sus clientes en China. VCG/VCG via Getty Images
Ante el envejecimiento acelerado de la población, en Japón está desarrollándose una industria de robots para que cuiden a los mayores. En el futuro medio máquinas podrán levantar a una persona, depositarla en una cama, hacerle masajes, lavarle la cabeza y darle de comer, al igual que conectarle con el médico sin moverse de casa.
El ejemplo más publicitado recientemente es el de los coches sin conductor. Empresas como Google, Ford y Tesla, están a la vanguardia. Se calcula que para el 2035 habrá 54 millones de coches de este tipo operando en el mundo. Esto requerirá cambios urbanísticos, nuevas reglamentaciones y un complejo, y posiblemente peligroso, período de transición en el que vehículos con conductor convivirán con coches totalmente automáticos. ¿Qué pasará con los millones de conductores de taxis, transporte público, transporte de mercancías y chóferes?
Un ya famoso estudio de Carl Benedikt Frey and Michael A. Osborne del Oxford Martin School considera que el 47% de los puestos de trabajo en Estados Unidos se encontrará en riesgo en las próximas dos décadas debido al creciente uso de la computarización. Sectores como el transporte, ocupaciones logísticas, trabajos de oficina y administrativos son los más vulnerables.
Otro estudio del McKinsey Global Institute indica que dos quintos de los empleados en Estados Unidos desarrollan tareas que podrían automatizarse, especialmente vendedores al por menor, cajeros en tiendas y grandes superficies, y servicios de comida. En ese país estas actividades representan alrededor de 2 billones de dólares en salarios. La automatización no afectaría sólo a sectores menos cualificados, sino también a los mejores pagados, como gerentes financieros, médicos, directores y directores generales, cuyas actividades podrían ser parcialmente sustituidas por máquinas. Como anuncia un artículo en diario The New York Times, los robots llegan también a Wall Street.
La investigación en robótica la realizan empresas privadas y no universidades públicas. Esto acentúa el riesgo de que los avances tecnológicos sean controlados por una élite para sus fines económicos y no para el bien común. El denominado 1% más rico de la sociedad global aumentará su poder, acentuando la desigualdad, uno de los mayores problemas del sistema internacional. Michael Bliss, historiador  de la Vanderbilt  University, alerta en su libro Make Space for the Superhumans sobre tener una “casta” asentada en el poder tecnológico y financiero.
El aprendizaje profundo
Los robots existen desde hace mucho tiempo en las cadenas de montaje. Son máquinas que realizan funciones repetitivas, antes realizadas por personas. Los nuevos robots se diferencian por la flexibilidad para realizar diferentes tareas y responder a estímulos variados gracias a sofisticados sistema de programación. La tecnología permite que lean tal cantidad de signos, que su capacidad se equipara a la visión y sentidos humanos.
La inteligencia artificial (IA) es la capacidad de una computadora digital o un robot controlado por una computadora de realizar tareas normalmente asociadas con la inteligencia humana y sus funciones: percibir, razonar, descubrir significados, resolver problemas, usar un lenguaje, generalizar y aprender de experiencias pasadas. La inteligencia artificial ha avanzado en la técnica que se denomina aprendizaje profundo (deep learning), o sea, la capacidad de los sistemas de aprender y mejorar tomando estímulos diferentes, de forma similar a cómo las neuronas se activan entre sí en el cerebro humano.
El desarrollo de algoritmos permitirá a los robots en el medio plazo interpretar la realidad y responder a ella. Un algoritmo es un grupo finito de operaciones organizadas de manera ordenada y lógica, las cuales permiten hallar la solución a un determinado problema. Este tipo de operaciones han sido hasta ahora realizadas por humanos. Ahora se cuenta con máquinas que tienen la capacidad no sólo de aprender sino de elaborar algoritmos. Un inversor en robótica dice al Financial Times: “No habrá que decirles programáticamente qué deben hacer; ellos lo deducirán”.
Robot que narra un cuento a los niños en Londres, Reino Unido. Jeff Spicer/Getty Images for Westfield
Dilemas que estaban confinados a la ciencia-ficción se hacen realidad. En la película Ex Machina, dirigida por Alex Garland, un robot con formas femeninas logra engañar a su creador, un experto en IA, quien se cree un dios que puede controlar las máquinas, y a un científico con dilemas morales. El robot deduce que quiere vivir, como los replicantes en la película Blade Runnerde Ridley Scott, les enfrenta, los elimina (solucionando el problema) y se integra en el mundo de los humanos. ¿Serán las máquinas capaces de pensar por sí mismas, navegar a través de problemas complejos y tener emociones?
Algunos impulsores de la robótica argumentan que en muchos casos los robots no sustituirán a los humanos sino que les ayudarán en sus tareas. Sin embargo, la lógica del beneficio operará en favor de la sustitución. Los estudios de McKinsey indican que la automatización puede aumentar el beneficio entre cuatro a diez veces en relación al coste de inversión. En todo caso, robots con más inteligencia artificial controlarían a otros robots con capacidad de hacer una sola función.
La eliminación masiva de puestos de trabajo humanos tendrá graves consecuencias en economías desarrolladas con estados del bienestar avanzados. Pero el peso sobre los sistemas de protección social será inmenso, especialmente si cada vez menos trabajadores contribuyen para sus futuras pensiones. El impacto será mucho peor en países del sur.
Un estudio del Citi Bank y la Oxford Martin School de la Universidad de Oxford basado en datos del Banco Mundial, indica que más de la mitad de los empleos en Angola, Mauricio, Suráfrica y Nigeria desaparecerán si se introduce la automatización. La mayor parte de esos empleos son de baja cualificación y susceptibles de ser sustituidos por robots. En países como Etiopía hasta el 85% de los empleos humanos desaparecerían. Los datos son también muy graves en cuanto a empleos susceptibles de ser eliminados en otros países: el 77% en China, el 72% en Tailandia, el 67% en Suráfrica, el 35% en el Reino Unido y el 65% en Argentina.
El debate   
En 2015 el Premio Nobel Stephen Hawkins y otros 1.000 científicos firmaron una carta alertando sobre los peligros de la IA aplicada al armamento. Hawkins, Bill Gates y otras personalidades han alertado que la AI y la robotización deben estar al servicio de las personas y no lo contrario. Frente a estos críticos, otros expertos indican que también hubo alarmas en previas revoluciones tecnológicas sin que se produjesen catástrofes laborales. El argumento es que la nueva tecnología generará nuevas oportunidades de empleo, tiene inmensas aplicaciones útiles para la humanidad y cuestiona la gravedad de las cifras. Sin embargo, otro estudio indica que la nueva alta tecnología sólo ha incorporado en Estados Unidos a 0,5% de los nuevos trabajadores desde 2000.
La publicación  británica The Economist considera que la alarma es exagerada, pero admite que la transición puede ser larga y dura, y que tanto empresarios como políticos deben ayudar a los trabajadores a adquirir nuevas capacidades laborales, y preparar a las futuras generaciones para convivir con sitios de trabajo llenos de máquinas dotadas con inteligencia artificial. Los editores de esta revista proponen un nuevo e idílico tipo de pacto social, un mundo feliz al estilo Aldous Huxley. Los trabajadores aceptarían cambiar de oficio con flexibilidad y recibir formación tecnológica permanente. Al mismo tiempo, el Estado debería garantizar un salario básico y las prestaciones sociales fundamentales (pensiones, salud). Por su lado, las empresas tendrían libertad para formar, contratar y despedir según sus necesidades.
Loek Groot, de la Escuela de Economía de la Universidad de Utrecht, considera que una renta básica sería una medida justa a la vez que eficaz para equilibrar la desigualdad y la falta de empleo. Sin embargo, la idea de una renta básica a escala global aparece, por el momento, lejana de las tendencias que siguen los Estados y el sector privado.
Pero los saltos tecnológicos que tuvieron anteriores revoluciones industriales son diferentes de los posibles impactos de la actual.  Las innovaciones se multiplican y expanden con una rapidez hasta hace pocas décadas imprevisible. Otro informe de McKinsey Global Institute indica que la transformación de la sociedad gracias a la Inteligencia Artificial ocurrirá “10 veces más rápido y a 300 veces la escala, o aproximadamente 3.000 veces el impacto que tuvo la revolución industrial”. Cuando se produjeron anteriores saltos tecnológicos, los trabajadores y empresas afectados podían moverse hacia otros sectores y no debían competir con robots que trabajan más rápido y con más eficiencia. La competitividad obligará a dotarse de medios más avanzados para poder seguir existiendo. O sea, se estrechará el espacio del empleo.
Un robot sostiene un periódico durante el Foro Económico Mundial en Davos. Fabrice CoffrinI/AFP/Getty Images
En efecto, la revolución industrial actual tiene unas dimensiones antes desconocidas. El escritor John Lanchester recuerda que la compañía más productiva en 1960 era la General Motors. Generaba 7.600 millones de dólares anuales después de pagar sueldos e impuestos, y empleaba a 600.000 personas. Hoy la compañía másproductiva del mundo es Apple y genera 89.000 millones de dólares y emplea tan solo a 92.000 trabajadores.
En general los defensores de la IA basan sus argumentos en suposiciones y expresiones de deseo.  Joel Mokyr, un historiador económico de la Northwestern University, dice que “no podemos predecir qué trabajos se crearán en el futuro, pero siempre ha sido así. Hay trabajos hoy que nadie habría podido predecir en el pasado”.  En otros casos, se presenta un futuro color de rosa en el que las máquinas se ocuparán de hacer múltiples trabajos y “la gente tendrá más tiempo para consumir bienes y servicios, incrementando la demanda en la economía”, sin tener en consideración lo que se pregunta Martin Ford, el autor de Rise of the robots: “en un mundo con menos empleos, ¿quién tendrá los ingresos y la confianza para comprar los productos y servicios producidos por el sistema económico? ¿De dónde vendrá la demanda?” El futuro estaría marcado por una robotización con desempleo masivo y deflación.
El historiador israelí  Yuval Noah Harari  plantea en su reciente libro, Homo Deus, que la humanidad dejará de ser la entidad con mayor capacidad de inteligencia y creatividad. Maquinas con eficientes algoritmos electrónicos nos superarán. Las computadoras sabrán mejor que nosotros qué hacer. Harari considera que los avances tecnológicos permitirán a la humanidad extender su longevidad y solucionar muchos de los problemas que todavía le acosan, como pandemias o hambrunas. Pero cree que se puede cometer el error de dar tanto poder a los robots que perdamos nuestra capacidad de decisión y organización del futuro frente a ellos.
Por su parte,  Michael Bess, tras analizar los avances en bioelectrónica, genética, nanotecnología, inteligencia artificial, robótica y biología sintética, considera que se abren posibilidades extraordinarias en la medicina y otros campos. Pero afirma que corremos el riesgo de fusionarnos con las máquinas hasta un nivel que será difícil diferenciarnos de ellas. Al comentar las películas Her, de Spike Jones, y Ex Machina, el ensayista Daniel Mendelsohn, se pregunta si no estaremos ante un cambio evolutivo en nuestras vidas y “ante el peligro de perder nuestra humanidad, y devenir indistinguibles de nuestros aparatos”.
Mientras crece este debate emerge la realidad más inmediata del desempleo estructural. Las cifras de la Organización Mundial del Trabajo muestran que en el mundo no se crea empleo suficiente para absorber la masa de jóvenes que cada año buscan incorporarse a un mercado que se empequeñece. Esto no se debe a la crisis económica actual. En verdad, la crisis se ha convertido en una situación permanente, y la precariedad se ha vuelto una forma de vida. Los millones de refugiados que huyen de situaciones extremas, guerra y falta de oportunidades mínimas para tener una vida digna son la expresión más fehaciente. Los robots, el 1%, los jóvenes en armas en Siria o Nigeria, las muertes por epidemias y la mayor longevidad son partes del mismo mundo, aunque estén, y vayan a estar todavía más, tan alejados entre sí.

Diez corporaciones multinacionales ganan más que todos los países del mundo juntos


Los ingresos de diez de las corporaciones más grandes del mundo como Apple, Shell y Walmart superan a los de 180 naciones de la lista de las 195 reconocidas por la ONU, afirma un informe de la organización británica Global Justice Now, la cual critica abiertamente el apoyo del Gobierno inglés a estas compañías. Según el informe, multinacionales como Walmart, Shell o Apple, son ahora más ricas que Rusia, Bélgica o Suecia. Además, sigue aumentando el número de empresas que superan a Estados en la lista de los principales actores en la palestra internacional. Hoy en día, entre los primeros 100 actores económicos internacionales se encuentran 69 corporaciones.

"La riqueza y el poder enorme que detentan las corporaciones son la causa de los problemas como la desigualdad o el cambio climático", declaró Nick Dearden, el director de Global Justice Now.El informe se publicó en un intento de ejercer presión sobre las autoridades británicas en vísperas de la discusión de este tema en el seno de la ONU. El encuentro encabezado por Ecuador se realizó con el fin de elaborar normas que faciliten el cumplimiento obligatorio por parte de las corporaciones multinacionales de todo el espectro de los DDHH. 

"Su apoyo total al proyecto estadounidense-europeo de la Asociación Transatlántica para el Comercio e Inversión (TTIP, por sus siglas en inglés) constituye solo un ejemplo más del apoyo estatal al gran negocio. Es una vergüenza que el Reino Unido se pronuncie sistemáticamente en contra del llamado de los países en vías de desarrollo en la ONU a que las actividades de las corporaciones se adecuen a los DDHH", afirmó el director.
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Vea el texto íntegro de la Actualización de los Lineamientos para el periodo 2016-2021 (+ PDF)


En este artículo: Asamblea Nacional del Poder Popular, Cuba, Lineamientos del Partido y la Revolución, Partido Comunista de Cuba, Política, VII Congreso del PCC
13 septiembre 2016

Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate

Bohemia digital reproduce del colega Granma, el texto íntegro del importante documento Actualización de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución para el periodo 2016-2021, aprobado en el 7mo Congreso y que fue refrendado en la Asamblea Nacional del Poder Popular en julio pasado.

Este texto fue presentado en enero de este año al Comité Central, el cual ratificó su pertinencia y donde se generaron 72 opiniones que lo enriquecieron. Luego, entre el primero y el cinco de marzo, los electos delegados al Congreso y más de 3 500 invitados, analizaron una versión ajustada y sobre ella emergieron 149 propuestas de las que se aceptaron e incluyeron en una nueva composición 126, para un 84,5%. Convertida en Proyecto se llevó al debate del 7mo. Congreso y allí otras 27 propuestas motivaron la adición de seis lineamientos y el ajuste de 21, todo lo cual dejó en 274 el número de lineamientos.

En el Informe Central a la cita partidista, el Primer Secretario, General de Ejército Raúl Castro Ruz, expresó que: “al valorar el ritmo de las transformaciones en curso, no debe perderse de vista el hecho de que en el caso de Cuba jamás puede permitirse la aplicación de las llamadas “terapias de choque”, frecuentemente empleadas en detrimento de las clases más humildes de la sociedad. Esta premisa, que se corresponde con el principio de que nadie quedará desamparado, condiciona en gran medida la velocidad de la actualización del modelo económico cubano, en lo cual es innegable la influencia de la crisis económica internacional y en particular los efectos del bloqueo económico contra Cuba”.

Esa práctica, además de definir y priorizar al pueblo como su único destinatario, también le da el papel de protagonista de las transformaciones. Y es que el amplio proceso participativo, por excelencia democrático, que condujo al anterior documento de 313 lineamientos, aprobados por el 6to Congreso, en abril del 2011, encuentra hoy una expresión de continuidad.

Así, los 274 que ahora se presentan, como los anteriores, no se pueden ver como postulaciones estáticas, sino en una constante dinámica. Rememoremos que el 7mo, Congreso facultó al Pleno del Comité Central para aprobar los ajustes en la Actualización de los Lineamientos que puedan derivarse de las consultas que hoy se hacen por la militancia y amplios sectores de la sociedad, de los documentos sobre la Conceptualización y el Plan Nacional de Desarrollo hasta el 2030.

La propia Asamblea Nacional, que en su anterior Periodo Ordinario de Sesiones en el mes de julio, al debatir los 274 lineamientos, aprobó que sus 37 propuestas (33 de modificaciones y cuatro para adicionar igual número de lineamientos), se incorporaran a las generadas como resultado de las consultas ampliadas a que están siendo sometidos los dos documentos referidos y se evaluaran de conjunto en el Pleno del Comité Central del Partido Comunista de Cuba de diciembre de 2016.

Esta es una manifestación de nuestra democracia socialista, en la cual el pueblo participa, propone y decide sobre los destinos de la nación.

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(Tomado de Bohemia)