Fidel


"Peor que los peligros del error son los peligros del silencio." ""Creo que mientras más critica exista dentro del socialismo,eso es lo mejor" Fidel Castro Ruz

lunes, 18 de mayo de 2015

Algunas reflexiones sobre plan y mercado en el socialismo y el modelo cubano actual

Por Dr. José Luis Rodríguez - Asesor del CIEM 

Uno de los temas más discutidos en torno a la construcción del socialismo se ha referido a lo largo de los años a la permanencia de las relaciones monetario-mercantiles en este proceso. En este sentido, el manejo de relaciones monetario-mercantiles en el socialismo, debe realizarse tomando en cuenta su carácter contradictorio, asimilándolas como un elemento no consustancial al socialismo, pero en cuya construcción el mercado tendrá que ser tomado en cuenta durante largos años.

La opinión de Marx y Engels sobre el tema partía de considerar la desaparición del mercado en el socialismo, tomando en cuenta la elevada socialización de la producción que debía alcanzarse y por tanto, la posibilidad de una expresión llana del carácter social del trabajo, sin que fuera necesaria la mediación del intercambio mercantil para ello. Al respecto, Engels plantearía "Tan pronto como la sociedad se adueñe de los medios de producción y los aplique a esta, socializándolos directamente, el trabajo de cada individuo, por mucho que difiera su carácter específicamente útil, adquirirá de antemano y directamente el carácter de trabajo social."

La interpretación de Lenin sobre la existencia de las relaciones monetario-mercantiles en el socialismo no difería inicialmente en esencia de la que habían expresado con anterioridad Marx y Engels.

Con el triunfo de la Revolución de Octubre, comenzó por primera vez en la historia, la construcción de una nueva sociedad libre de la explotación del hombre por el hombre.

En estas novedosas circunstancias, si bien ya Marx en su trabajo de 1875 "Crítica al Programa de Gotha" había establecido la necesidad de un período de transición entre el capitalismo y el socialismo en el que estarían presentes aún elementos propios de la sociedad capitalista, no podía anticipar la elevada complejidad que este proceso supondría en el país más atrasado de la Europa de entonces.

Pocos meses después del triunfo revolucionario en Rusia, el país se sumergía en una sangrienta guerra civil durante tres años. En esa etapa la economía se puso necesariamente en función de la defensa, lo cual demandó la aplicación de procedimientos extraeconómicos expeditos para asegurar mediante la requisa de alimentos la supervivencia del Ejército Rojo, lo que conllevó posponer en la práctica el inicio de la construcción socialista.

La política económica aplicada en esta etapa –conocida como el comunismo de guerra– llevó, por imperativo de las circunstancias, a la desaparición de las relaciones mercantiles en la economía de entonces. Se creó la ilusión de que se podía prescindir a corto plazo de las categorías mercantiles hasta llegar –incluso– a la eliminación del dinero.

Con el fin de la guerra civil surgió la necesidad de restaurar la economía del país que estaba completamente devastada. El análisis desarrollado por Lenin entonces tomó en cuenta que la estructura económica básica de Rusia la constituía la pequeña producción de una enorme masa de campesinos a los que había que incentivar a través de la libertad de comercio, unida al inevitable desarrollo del capitalismo que de ello se derivaría, por lo que no quedaba otra salida que reconocer las relaciones monetario-mercantiles abriendo un espacio para su desarrollo hasta llegar incluso a cierta forma de capitalismo de Estado como única alternativa en esas circunstancias en las que se demandaba el apoyo del campesinado y financiamiento para sobrevivir.

Emergió así en 1921 la Nueva Política Económica (NEP), la que Lenin siempre concibió como un retroceso táctico inevitable para salvar el país ante circunstancias excepcionales. Al respecto se señalaría "El intercambio significa la libertad de comercio, es capitalismo. Este es útil para nosotros en la medida en que nos ayude a luchar contra la dispersión del pequeño productor, y en cierto grado, contra el burocratismo. En qué medida, lo comprobará la práctica, la experiencia." También se reconocería claramente el carácter transitorio de estas concesiones al expresarse "Nos hemos replegado hacia el capitalismo de Estado. Pero nos hemos replegado en la medida debida. Ahora nos replegamos hacia la regulación estatal del comercio. Pero nos replegaremos en la medida debida. Hay ya síntomas de que se vislumbra el final de este repliegue, de que se vislumbra en un futuro no muy lejano la posibilidad de cesar este repliegue."

Durante muchos años con posterioridad a la implantación de la NEP se ha pretendido dar a esta política económica específica un carácter universal, como si se tratase de una regularidad del socialismo. Al respecto Ernesto Che Guevara agudamente señalaría "Como se ve la situación económica y política de la Unión Soviética hacía necesario el repliegue de que hablara Lenin. Por lo que se puede caracterizar esta política como una táctica estrechamente ligada a la situación histórica del país, y, por tanto, no se le debe dar validez universal a todas sus afirmaciones."

Con posterioridad a la muerte de Lenin la discusión sobre la acción de la ley del valor en el socialismo y su relación con la planificación continuó durante algunos años, y este debate sobre la política económica se vinculaba con el que se desarrollaba en torno a la estrategia de desarrollo por implementar en la URSS.

Como se conoce, se enfrentaron diversas posiciones. Por un lado se encontraban las tesis defendidas por Nicolái Bujarin, que mantenía una posición que reconocía en esencia la vigencia de la ley del valor, al tiempo que defendía una industrialización gradual basada en una no confrontación con el campesinado, al que consideraba incluso podría enriquecerse.

Por otro lado, estaban las ideas de Eugenio Preobrazensky publicadas en su libro de 1926 "La Nueva Economía" en el que defendía la extracción del excedente económico agrícola mediante un intercambio no equivalente con la industria socialista, conformando lo que denominó la ley de la acumulación socialista originaria que actuaría imponiéndose a la acción de la ley del valor.

En estos debates donde participaron múltiples economistas y políticos soviéticos preponderó –no obstante-- la valoración sobre las relaciones monetario-mercantiles como algo heredado del capitalismo y no esencialmente asociado al desarrollo propio del socialismo.

Lamentablemente estas discusiones quedaron truncas.

La solución a las contradicciones que se generaron con la aplicación de la NEP y las tensiones a ellas asociadas, no recibieron el tratamiento político previsto por Lenin, sino que fueron enfrentadas con medidas políticas de coerción que caracterizaron el proceso de colectivización forzosa de la tierra realizado principalmente entre 1929 y 1936, basado en una polémica interpretación sobre la lucha de clases enarbolada en el partido dirigido por J. Stalin. Este proceso coincidió con un acelerado desarrollo de la industria pesada a partir del primer plan quinquenal aprobado para el período 1928-1932.

Se produjo así –por medios coactivos y extraeconómicos- la captación de los recursos de acumulación, generados en mayor medida por la economía campesina para emprender la industrialización soviética.

En tanto que este desarrollo ocurría, no se brindó espacio para el esclarecimiento teórico de las relaciones monetario-mercantiles, limitándose la discusión a partir de los años 30 del siglo pasado al abordarse separadamente el empleo de las categorías mercantiles, según los principios del cálculo económico.

El vacío conceptual que ello representó tendría importantes consecuencias para la construcción del socialismo en la URSS y en los países que emprendieron ese camino tiempo después.

No sería hasta años más tarde, una vez concluida la Segunda Guerra Mundial, que se convocó nuevamente a un debate científico del tema a partir de la necesidad de dar una respuesta coherente a un tema medular en la construcción del socialismo, y se exponen las conclusiones de ese análisis por Stalin en su conocido trabajo de 1952 "Los problemas económicos del socialismo en la URSS". En este documento se daba una explicación a la permanencia de las relaciones monetario-mercantiles en el socialismo a partir de la existencia de distintas formas de propiedad, en tanto que a la presencia de categorías mercantiles en el seno de la propiedad estatal se le atribuía un carácter formal y solo vinculado a los efectos del cálculo estadístico-contable.

Esta interpretación solo sería gradualmente superada en el transcurso de los debates que se efectuaron en el contexto de la reforma económica que debía implementarse y que duraron en la URSS desde 1958 hasta 1965.

Se logró entonces una explicación acerca de la permanencia de las relaciones monetario-mercantiles en el socialismo a partir de la persistencia de la división social del trabajo, del insuficiente nivel de desarrollo de las fuerzas productivas y –por tanto-- de la imposibilidad de lograr una expresión directa del carácter social del trabajo, lo que ocasionaba la presencia de un aislamiento económico relativo entre los productores, que aún sin que existiera la propiedad privada sobre los medios de producción, debían confrontar a través del mercado la utilidad social del producto de su trabajo, que aparecía así como un trabajo indirectamente social.

Aun cuando esta explicación constituyó un gran aporte conceptual, su aceptación no resolvió el problema asociado a la correcta interpretación del carácter contradictorio del mercado en el socialismo.

II

La construcción de las nuevas relaciones de producción que suponía el socialismo implicaba un enorme desafío histórico, ya que el hombre debía participar de forma consciente en este proceso.

El pueblo llegaba al triunfo de la revolución después de siglos de prevalencia de los intereses individuales y de su materialización a través de la propiedad privada.

La implantación de la propiedad social sobre los medios de producción no suponía meramente un acto jurídico, sino una raigal transformación de la mentalidad del ser humano que debía aprender a conjugar, en un período de tiempo muy breve, sus intereses individuales con los intereses sociales, aceptando –además-- la preponderancia de estosúltimos como premisa para el avance de los proyectos personales. Esto suponía un proceso político e ideológico de adaptación a las nuevas condiciones sociales que no podía transcurrir sin atravesar complejas circunstancias y profundas contradicciones, especialmente si se tiene en cuenta la tradición que durante siglos llevó al ser humano a enfrentarse a sus semejantes para lograr la supervivencia, basado primero en la existencia de la producción mercantil simple asociada personalmente a su trabajo, y posteriormente a la producción mercantil capitalista, al servirse del trabajo ajeno.

El hecho de que durante la transición al socialismo no fuera posible eliminar a corto plazo las condiciones que engendraban la producción mercantil y las categorías mercantiles, a partir del bajo nivel de desarrollo alcanzado, reforzaba en el individuo la noción del carácter "natural" y permanente que durante siglos ya tenía la producción de mercancías.

En la medida en que los factores subjetivos no se desarrollaron suficientemente como para permitir una comprensión de este complejo proceso, fue hasta cierto punto lógica la aceptación primero y la asimilación acrítica después del mercado en el socialismo. Si a ello se añade la complejidad técnica presente para el desarrollo de las nuevas formas de dirección económica de la sociedad a través de la planificación, parecería a muchos que esta no hacía más que entorpecer la actuación "natural" del mercado.

No es de extrañar entonces que la búsqueda de resultados económicos más eficientes a nivel microeconómico se encontraran siempre potenciando el aislamiento social de las empresas frente a la planificación estatal que en las condiciones del socialismo europeo, resultaba ineficiente en muchos aspectos.

Ese fue el rumbo que comenzaron a tomar las reformas económicas de los países socialistas europeos en los años 60 del pasado siglo, a través de las que se abrieron espacios cada vez más amplios para los mecanismos de mercado limitando por su supuesta o real ineficiencia la aplicación de la planificación social que, además de sus carencias de orden técnico, se asociaba a la ausencia de participación popular en la toma de decisiones que se adoptaban central y burocráticamente en el socialismo real.

Una ilustración histórica del papel de los factores políticos e ideológicos y sus vínculos con una dirección socialmente planificada ineficiente, se pone de manifiesto en la historia económica de Europa Oriental y muy especialmente en los casos de Yugoslavia, donde el desarrollo de la autogestión obrera a nivel de empresa no encontró otro camino para su inserción en la economía que acudir a los mecanismos de mercado, desechando la planificación; en Hungría, que proclamó la identidad entre socialismo y nivel de vida alimentando una suerte de consumismo insostenible y eliminando la planificación centralizada en 1968, o el caso de Polonia, donde ni siquiera las reformas orientadas al mercado tuvieron una funcionalidad mínima y una aceptación social para hacerlas viables.

La interpretación de las relaciones monetario-mercantiles como un fenómeno propio del socialismo y por tanto, no contradictorio con este sistema, condujo a que se extendiera el modelo de socialismo de mercado en los años 80, hasta que solo quedó el mercado y nada del socialismo con la desaparición de la URSS en diciembre de 1991.

III

La dolorosa enseñanza del derrumbe del socialismo en Europa no puede llevar a la conclusión –manejada por no pocos autores– de que el socialismo no es perfectible y de que la preponderancia absoluta del mercado es inevitable.

Bastaría para refutar la tesis de que el mercado resulta más eficiente que la planificación, lo sucedido en los últimos 20 años con la implantación del capitalismo neoliberal en los antiguos países socialistas europeos y la ex URSS. Además del enorme costo político y social que ha conllevado la variante de capitalismo salvaje allí introducido, desde el punto de vista económico estos países se ubicaron en la periferia del capitalismo como los más atrasados de la Unión Europea o dejaron de ser una potencia mundial que fue el caso de Rusia como heredera de la URSS. La experiencia histórica reciente muestra que si bien la existencia de las relaciones monetario-mercantiles tiene una base objetiva en las condiciones del socialismo y no es posible negar su presencia, sobrevalorarlas lleva a la destrucción del sistema. El llamado socialismo de mercado mostró que no era posible asimilar la producción mercantil sin tomar en cuenta su carácter esencialmente contradictorio con el socialismo en múltiples aspectos, por lo que ofrecen muchas dudas aquellas interpretaciones que plantean la "utilización" del mercado como un mero instrumento de dirección en función de la construcción de la nueva sociedad.

Al respecto el Che fue categórico cuando en 1964 advirtió "Negamos la posibilidad del uso consciente de la ley del valor, basado en la no existencia de un mercado libre que exprese automáticamente la contradicción entre productores y consumidores…" y más adelante subrayó "La ley del valor y el plan son dos términos ligados por una contradicción y su solución; podemos, pues, decir que la planificación centralizada es el modo de ser de la sociedad socialista, su categoría definitoria y el punto en que la conciencia del hombre alcanza, por fin, a sintetizar y dirigir la economía hacia su meta, la plena liberación del ser humano en el marco de la sociedad comunista."

El manejo de relaciones monetario-mercantiles en el socialismo, a partir de su existencia objetiva, tanto mayor en la medida en que más bajo sea el nivel de desarrollo de la sociedad, debe realizarse tomando en cuenta su carácter contradictorio, asimilándolas como un elemento no consustancial al socialismo, pero en cuya construcción el mercado tendrá que ser tomado en cuenta durante largos años.

Cómo hacerlo supone un delicado manejo político y económico que impida que el mercado obstaculice el desarrollo de relaciones sociales de producción superiores, al tiempo en que se le conceda el espacio indispensable para evitar un freno al desarrollo de las fuerzas productivas.

Un interesante análisis sobre las medidas que pudieran propiciar la asimilación de la heterogeneidad en las formas de propiedad y el incremento de las relaciones monetario-mercantiles en el caso de Cuba fue emprendida por el destacado economista Alfredo González ya desde inicios de la pasada década.

En su ensayo "Socialismo y mercado", este autor subrayaba la importancia de no "…combatir la extensión de las actividades mercantiles con métodos coercitivos, no económicos…", y proponía medidas para lograr una mayor diversidad de oferta y una mayor capacidad competitiva de la propiedad estatal respecto a la no estatal brindando a las empresas públicas un mayor nivel tienen ahora un nuevo contenido que las hace autonomía, incentivos, restricciones financieras efectivas y flexibilidad para responder a la demanda; implementar la competencia entre formas de propiedad no estatales, propiciando el desarrollo de las de mayor contenido social como las cooperativas y acotar el crecimiento de formas de propiedad no estatal asociándolas al Estado; y reconocer las desigualdades de ingresos laborales derivadas de la heterogeneidad productiva, así como atenuarlas mediante un sistema salarial coherente, incentivos multilaterales, nivelación del mercado de trabajo y una política más selectiva de subsidios, impuestos y mercados segmentados, entre las más destacadas.

Al propio tiempo González subrayaba en el caso cubano cómo en la convivencia entre diversas formas de propiedad resultaba "…determinante la evolución del entorno externo y, en especial, del diferendo con Estados Unidos, pues a nadie se le escapa que la promoción unilateral de dichas reformas de mercado persigue, en muchos casos, objetivos ulteriores, nada favorables al desarrollo del socialismo en Cuba."

Un enfoque más adecuado de las relaciones entre plan y mercado se encuentra más recientemente en los "Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución" que se aprobaron en el VI Congreso del PCC celebrado en abril del 2011. En ese documento se recogió la necesidad de tomar en cuenta la existencia objetiva de relaciones monetario-mercantiles en el socialismo al tiempo que se les ubicó subordinadas a la planificación. Así se señalaría: "La política económica de la nueva etapa se corresponderá con el principio de que solo el socialismo es capaz de vencer las dificultades y preservar las conquistas de la Revolución, y que en la actualización del modelo económico primará la planificación y no el mercado. La planificación centralizada de la economía y el control sistemático que el Estado y el Gobierno y sus instituciones deben ejercer, serán la garantía del funcionamiento eficiente de los sistemas."

Adicionalmente en el lineamiento 01 se expresaría: "El sistema de planificación socialista continuará siendo la vía principal para la dirección de la economía nacional, y debe transformarse en sus aspectos metodológicos, organizativos y de control. La planificación tendrá en cuenta el mercado influyendo sobre el mismo y considerando sus características."

En esencia se reflejaba así la necesidad de reconocer un mayor espacio a las relaciones monetario-mercantiles, tomando en cuenta el nivel de desarrollo real alcanzado por la sociedad cubana actual, en tanto que no es posible aspirar al reconocimiento directo del carácter social del trabajo y a la satisfacción de las necesidades de la sociedad si esto no viene acompañado de un elevado nivel de desarrollo de las fuerzas productivas.

Al mismo tiempo, en los Lineamientos estaban presentes elementos de política económica dirigidos a compensar los efectos indeseados del mercado restringiendo su alcance o reafirmando principios esenciales de la política social de la Revolución.

De tal modo, el Lineamiento 03 expresaba "En las formas de gestión no estatales no se permitirá la concentración de la propiedad en personas jurídicas o naturales" en tanto que en el 140 se planteaba "Continuar preservando las conquistas de la Revolución, tales como el acceso a la VI atención médica, la educación, la cultura, el deporte, la recreación, la tranquilidad ciudadana, la seguridad social y la protección mediante la asistencia social a las personas que lo necesiten."

En el caso de Cuba el carácter subordinado que se otorga al mercado refleja la comprensión de las contradicciones que –en su desarrollo– este conlleva, lo que supone –en el socialismo– la activa participación del Estado para potenciar sus efectos positivos, al tiempo que se frenan sus más indeseables consecuencias.

Por último, no es posible olvidar que los mecanismos económicos que se utilicen para ello serán siempre instrumentos auxiliares, pues nunca deberá perderse de vista que –como señalara el Comandante en Jefe en 1975– "…ningún sistema en el socialismo puede sustituir la política, la ideología, la conciencia de la gente; porque los factores que determinan la eficiencia en la economía son otros que no pueden existir de ninguna manera en el socialismo, y sigue siendo un factor fundamental y decisivo el aspecto político, el aspecto ideológico y el aspecto moral."

Bibliografía

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LENIN, V. I. (1961). "La sustitución del sistema de contingentación por el impuesto en especie es ante todo y sobre todo una cuestión política, pues la esencia de ella reside en la actitud de la clase obrera ente los campesinos". Palabras en el X Congreso del PC(b) de Rusia, Obras Escogidas en 3 t., Editora Política, Moscú, 1961, t. 3, p. 604.

- "Sobre el impuesto en especie", Op. cit., p. 659.

- "Acerca de la significación del oro ahora y después de la victoria completa del socialismo" Op. cit. p. 697.

- "Sobre la cooperación", Op. cit. LEWIN, MOSHE (1991). "Stalinism and the Seeds of Soviet Reform" Pluto Press and M. E. Sharp, London and New York, 1991, Chap. 1.

M. KOTZ, DAVID y FRED WEIR (2007). "Russia’s Path from Gorbachev to Putin" Routledge London and New York, 2007.

NOVE, ALEC (1991). "La economía del socialismo factible", Ed. Siglo XXI, Madrid, 1991, Tercera parte.

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Fuente: Temas de la Economía Mundial. Centro de Investigaciones de la Economía Mundial (CIEM). Nueva Época II No. 27 / Febrero 2015 LA HABANA, CUBA

Los bancos lideran el mundo, y ¿quien dirige a los bancos?

Por Marco Antonio Moreno

La hegemonía de EE.UU. en el mundo se basa en el monopolio de su Sistema de la Reserva Federal, cuyos accionistas son grandes bancos que incluyen no sólo entidades financieras de Wall Street, sino también de Europa. ¿Pero a quién realmente pertenecen estos bancos?

Durante la crisis financiera mundial entre los años 2007 y 2009 la Reserva Federal distribuyó varios préstamos por más de 16 billones de dólares a los bancos que son sus principales accionistas. Es decir, la lista de los beneficiarios de los préstamos fue efectivamente la lista de los principales accionistas de la Reserva Federal.

Los dueños del dinero se entregaron préstamos a sí mismos, es decir, a los bancos que son los principales accionistas de la Reserva Federal. A principios de esta década bajo una fuerte presión del Congreso de los Estados Unidos se llevó a cabo una auditoría parcial de la Reserva Federal, y el verano de 2011 los resultados fueron dados a conocer. Esta es la lista de los principales bancos europeos y estadounidenses que recibieron el dinero; entre paréntesis se indica la cantidad en miles de millones de dólares): Citigroup (2500); Morgan Staley (2004); Merril Lynch (1949); Bank of America (1344); Bear Sterns (853); Goldman Sachs (814); JP Morgan (391) y Lehman Brothers (183); los británicos Barclays PLC (868); Royal Bank of Scotland (541); Bank of Scotland (181); los suizos Credit Swiss (262) y UBS (287); el alemán Deutsche Bank (354) y el francés BNP Paribas (175). La lista completa se puede ver aquí

De acuerdo a Valentín Katasonov, del Fondo de Cultura Estratégica, el núcleo del sistema bancario de Estados Unidos está representado por seis grandes bancos: Bank of America, JP Morgan Chase, Morgan Stanley, Goldman Sachs, Wells Fargo y Citigroup. Estos bancos ocupan las primeras líneas de las calificaciones de los bancos en indicadores tales como la cantidad de bienes de capital controlado, depósitos, capitalización de utilidades, etc. Si se alinean los bancos en términos de activos, en el primer lugar está JP Morgan Chase (2.075 mln. de dólares, al final de 2014). En términos de capitalización ocupa el primer lugar Wells Fargo (261,7 mln. de dólares. otoño 2014). En este indicador Wells Fargo llegó en primer lugar no sólo en Estados Unidos sino en todo el mundo (aunque en términos de activos en los Estados Unidos, tomó el cuarto lugar, y en el mundo no está ni siquiera entre los veinte primeros). 

Hablando de quiénes son los accionistas de los accionistas de la Reserva Federal, la mayor parte del capital de estos seis bancos está en manos de los llamados 'accionistas institucionales', es decir, todo tipo de empresas financieras. Entre ellos se encuentran también bancos, lo que indica que hay una participación cruzada, como indica el portal del Fondo de Cultura Estratégica.

Algunos bancos de Wall Street tienen también accionistas individuales que normalmente son los altos ejecutivos del banco, tanto en activo como jubilados. Pero numerosos analistas creen que el núcleo accionario de los bancos de Wall Street se compone de tan solo cuatro empresas financieras: Vanguard Group, State Street Corporation, FMR (Fidelity) y Black Rock. Otras empresas no pertenecen a la categoría de accionistas principales o están controladas directamente o a través de una cadena de intermediarios por las cuatro empresas mencionadas. Por lo tanto, se trata de las empresas que ejercen el control real sobre el sistema bancario mundial.

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La hermandad del fracaso


Jeb Bush quiere dejar de hablar sobre los temas controvertidos del pasado, y el porqué es evidente: tiene mucho sobre lo que dejar de hablar. Pero no le vamos a dar el gusto. Se puede aprender mucho estudiando la historia reciente, y se puede aprender aún más observando las respuestas de los políticos a dicha historia.

El muy manido “pasemos a otra cosa” de los últimos días volvió a aparecer en la respuesta de Bush cuando en una entrevista le preguntaron si, sabiendo lo que sabe ahora, habría apoyado en 2003 la invasión de Irak. Bush respondió que sí. ¿Sin armas de destrucción masiva? ¿Sin estabilidad después de todas las vidas perdidas y el dinero gastado? Sin problemas.

Luego intentó dar marcha atrás. “Había interpretado mal la pregunta”, y además, meterse en “hipótesis” no es algo que a él le interese. En cualquier caso, “volver atrás en el tiempo” es una “falta de respeto” hacia los que sirvieron en la guerra.

Dediquemos un momento a saborear la cobardía y la vileza de ese último comentario. Y no, no estoy exagerando. Bush intenta esconderse detrás de las tropas, dando a entender que cualquier crítica a los líderes políticos —en particular, huelga decirlo, a su hermano y comandante en jefe— es un ataque al valor y al patriotismo de quienes pagaron un precio por los errores de sus superiores. Eso es caer muy bajo, y nos dice mucho más sobre el carácter del candidato que una infinidad de entrevistas personalizadas a fondo.

Pero esperen, que aún hay más: por increíble que parezca, Bush recurrió a la vieja artimaña del impersonal, limitándose a admitir que “se cometieron errores”. Pues claro. ¿Y quién los cometió? Este mismo año Jeb Bush publicó una lista de sus principales asesores en política exterior, y aquello era un quién es quién de metedores de pata, gente que había desempeñado un papel fundamental en el desastre de Irak, entre otras catástrofes.

Lo digo en serio, analicemos la lista, que incluye a lumbreras como Paul Wolfowitz, que insistió en que los estadounidenses serían recibidos como liberadores y que la guerra no costaría casi nada, y Michael Chertoff, director del Departamento de Seguridad Nacional durante el huracán Katrina, ajeno a las miles de personas abandonadas a la buena de Dios en el centro de convenciones de Nueva Orleans, sin agua ni comida.

En otras palabras: en Bushlandia, desempeñar un papel clave en una catástrofe política no resta méritos para poder tener influencia en el futuro. Si acaso, la credencial de haber metido la pata hasta el fondo en cuestiones de seguridad nacional parece ser un requisito indispensable.

Puede que los votantes, incluso los republicanos en las primarias, no compartan esta opinión, y quizá los últimos días hayan pasado factura a las perspectivas presidenciales de Bush. Sin embargo, en cierto modo, eso es una injusticia. Irak supone un problema especial para la familia Bush, que tiene un largo historial de no admitir errores y de conservar a siervos leales a la familia sin importar lo mal que lo hagan. Sin embargo, la negativa a aprender de la experiencia, combinada con una versión de corrección política donde solo eres aceptable si has metido la pata en cuestiones cruciales, es algo ubicuo en el Partido Republicano moderno.

Adopten mi perspectiva habitual, la de la política económica. Si analizamos la lista de economistas que parecen tener una influencia significativa en los líderes republicanos, incluidos los posibles candidatos a la presidencia, descubrimos que casi todos estaban de acuerdo, en la época del boom Bush, en que no había burbuja inmobiliaria y que el futuro de la economía estadounidense era brillante; que casi todos predijeron que los esfuerzos de la Reserva Federal para luchar contra la crisis económica que se produjo cuando dicha burbuja inexistente estalló provocaría una severa inflación; y que casi todos predijeron que el Obamacare —la ley de atención médica asequible y protección a los pacientes—, que acabó de implementarse en 2014, supondría una tremenda pérdida de trabajos.

Habida cuenta de lo erróneas que resultaron dichas predicciones —vivimos el peor batacazo inmobiliario de la historia; la paranoia de la inflación lleva seis años, y los que quedan, sin cumplirse; y en 2014 se produjo el mayor crecimiento laboral desde 1999—, cabría pensar que en el Partido Republicano quizá quede algo de espacio para economistas que no hayan fallado en todas y cada una de sus predicciones. Pero nanay. Haber estado completamente equivocado sobre la economía; como haberlo estado sobre Irak, se antoja una credencial indispensable.

¿Qué es lo que pasa aquí? La mejor explicación que se me ocurre es que estamos presenciando los efectos del tribalismo extremo. En la derecha moderna todo es una prueba de fuego política: todo el que intentaba pensar en los pros y los contras de la guerra de Irak era, por definición, un enemigo del presidente George W. Bush, y probablemente odiaba Estados Unidos; todo el que se preguntaba si de verdad la Reserva Federal estaba devaluando la moneda era sin duda un enemigo del capitalismo y la libertad.

Da igual que se haya demostrado que los escépticos estábamos en lo cierto. El mero planteamiento de preguntas sobre las ortodoxias del momento conlleva una excomunión de la que no hay vuelta atrás. Así pues, los únicos “expertos” que siguen en pie son los que cometieron todos los errores aprobados. Es una especie de hermandad del fracaso: hombres y mujeres unidos por una historia compartida de equivocarse en todo, y negarse a admitirlo. ¿Tendrán la oportunidad de escribir más capítulos en su reinado del error?

Paul Krugman es profesor de Economía de la Universidad de Princeton y Nobel de Economía en 2008.

Traducción de News Clips.

Se transforma el puerto de Santiago de Cuba

Empresarios chinos de la Compañía de Comunicación y Construcción tienen a su cargo las tareas de modernización y rehabilitación que durarán tres años


La rehabilitación y modernización del puerto de Santiago de Cuba fue evaluada por los empresarios chinos de la Compañía de Comunicación y Construcción (CCCC), responsabilizada con este proyecto que tendrá una duración de tres años.

Valorada en 120 000 000 de dólares, la futura terminal multipropósito de la rada santiaguera facilitará el arribo de buques de hasta 40 000 toneladas y contará con equipamiento portuario de alta tecnología que permitirá un mejor control de los procedimientos.

Reducir los costos operacionales y lograr una mejor organización y administración de los recursos, serán otras de las ventajas que dispondrá el puerto Guillermón Moncada cuando concluyan los trabajos que asume la Compañía China de Comunicación y Construcción representada en esta visita por uno de sus Directivos Chen Tao.

”Estoy muy contento y satisfecho con el desempeño de la parte cubana, la primera impresión que me da es que los obreros santiagueros laboran muy duro en esta primera etapa, que es la de investigación ingeniero-geológica para caracterizar los suelos.

“Cuba es un mercado muy importante para la Compañía CCCC” puntualizaba el empresario chino, precisando además la relevancia de la economía de la Isla y su sistema político para América Latina, “estoy muy seguro que tendremos mucho éxito y que habrá más acciones constructivas en el futuro, agregó.

El director adjunto del puerto santiaguero Mario Sierra Osoria le daba la bienvenida a la delegación asiática, explicándole las características de la instalación, la segunda en importancia de la Mayor de las Antillas y vital para las operaciones de carga y descarga en todo el oriente de la nación, con resultados positivos en los últimos años.

Avanzados programas serán instalados para la planificación de los complejos procesos portuarios, en una inversión que aparte de los beneficios económicos tendrá un impacto social pues permitirá el empleo a cerca de 500 trabajadores santiagueros en las etapas constructiva y de explotación.

Ubicada en la zona noroeste de la bahía que será dragada hasta una profundidad que supera los 13 metros, la Terminal Multipropósito del puerto de Santiago de Cuba se inserta en el área del Plan Maestro para el desarrollo portuario de la provincia, y es una muestra de las relaciones de cooperación y amistad entre la República Popular China y la Isla.

Esta importante obra que renovará la instalación portuaria santiaguera, forma parte de las grandes transformaciones que se acometen en la Ciudad Heroica de Santiago de Cuba, motivados por los Cinco Siglos de la villa en el Aniversario 62 de la Gesta Moncadista.(Tomado de Radio Rebelde)

Revisando la estadística económica de 2014 (II)



Imagen de jose
Por José Luis Rodríguez


18 Mayo 2015 - 6:36am
Como se destacó anteriormente en otros trabajos, durante el pasado año la economía cubana resultó afectada por tres factores: escasez de divisas, factores climáticos y deficiencias en la gestión económica.
El magro crecimiento del 1,3% logrado fue el resultado de diversas dinámicas en la actividad económica de los distintos sectores que inciden en el Producto Interno Bruto (PIB).
En tal sentido, la agricultura resultó afectada por una fuerte sequía que incidió en el arroz y la caña, entre otros cultivos. No obstante, se obtuvo un incremento de 2% en el valor agregado agrícola, aunque la cifra resulta inferior al 4,7% logrado en 2013.
Entre las principales producciones se destaca el crecimiento de 12% en las viandas, con un desempeño destacable del 45% en la malanga, que compensa parcialmente la reducción en la producción de papas a partir de la ausencia de recursos para importar el paquete tecnológico que este último cultivo supone. 
También crecieron 3,8% las hortalizas y 1,5% los frijoles, en tanto se reducía en 14,3% la producción de arroz y bajaba 42% la producción de cítricos, afectada desde hace varios años por plagas y otras dificultades. En la ganadería se mantuvo aproximadamente al mismo nivel la producción de leche, pero descendió 3,7% la de huevos -presumiblemente por dificultades con el pienso importado-, mientras que la captura pesquera aumentaba 1,9%.
El sector industrial no azucarero, que presenta un mayor nivel de dependencia en cuanto a las importaciones, registró una caída de 3,6%. No obstante, algunas ramas de aseguramiento del sector agropecuario registraron incrementos, tales como la producción de fertilizantes (47%) y la de piensos (10,8%). Creció también la fabricación de tejidos, en 29,7%, y entre los alimentos industrializados aumentaron la carne de cerdo en bandas (8,8%), la leche evaporada (10,8%) y el arroz elaborado (3,8%). A partir de esta contracción en el sector, se prevé recuperar el ritmo con un crecimiento de 11,2% en la industria durante el presente año.
Por su parte, la industria azucarera -que enfrenta una fuerte descapitalización- continuó su gradual recuperación luego de la caída registrada en 2010, cuando la zafra descendió a 1,1 millones de toneladas solamente. En el pasado año se obtuvo un crecimiento de 4,2%, aunque el plan de la zafra se cumplió solo al 88%, tras fabricarse alrededor de 1,6 millones de toneladas de azúcar. Para la presente cosecha se ha previsto un crecimiento de 20%, lo que llevaría la zafra a 1,9 millones de toneladas de crudo, aunque con precios que muestran una tendencia a la baja.
El otro sector que se vio afectado en 2014 fue el de la construcción, que descendió 2,3%, con caídas en la producción de cemento (-4,8%), barras de acero (-2,3%) y también en techos metálicos y de asbesto cemento. Por otro lado, la construcción de viviendas se mantuvo en una cifra similar a la de 2013, pero que no recupera el descenso en el ritmo de fabricación, que está 21,4% por debajo del promedio de los últimos cinco años.
En la infraestructura hay un ligero crecimiento en la generación de electricidad, gas y agua. Se mantuvo una estructura de generación con 60,6% en las termoeléctricas y 20% en los grupos electrógenos. También el consumo eléctrico continuó descendiendo en el sector estatal (-0,8%), pero creció 3,5% en el residencial, aunque las cifras de este último cubren actividades productivas y de servicios del sector privado y cooperativo de la población que deben ser segregadas para tener una visión más precisa de lo que es el consumo no productivo.
Aparte de los ya mencionados, los sectores que muestran un mejor desempeño en términos de crecimiento del valor agregado son el comercio, que crece 3,2%, con un incremento del 2% en la circulación mercantil minorista de bienes; hoteles y restaurantes (+3,1%), y servicios empresariales e inmobiliarias (+4,9%).
Los resultados económicos del pasado año pusieron de manifiesto claramente que el país debe trabajar para reducir los adeudos externos, logrando -a su vez- los flujos de recursos indispensables para asegurar la importación requerida con vistas a satisfacer la producción basada en la actual estructura económica del país.
En este sentido, el reforzamiento de una política financiera externa más proactiva en el 2015, favorecida por un escenario de normalización de relaciones con Estados Unidos -que impacta favorablemente en las relaciones económicas externas-, debe asegurar el impulso al turismo, el acceso a nuevas facilidades crediticias externas y la inversión extranjera, que resultan elementos claves para lograr el inicio de tasas de crecimiento mínimas de 4 a 5% que aseguren una senda de desarrollo sostenible a corto plazo.

* El autor es asesor del Centro de Investigaciones de la Economía Mundial


La primera parte puede consultarse aquí


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Cooperación beneficia a familias campesinas cubanasCooperación beneficia a familias campesinas cubanas

El Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) respalda un proyecto de desarrollo en cuatro provincias de la región oriental de Cuba

El proceso de reforma de la agricultura en Cuba merece atención y apoyo, dice presidente del FIDA
El proceso de reforma de la agricultura en Cuba merece atención y apoyo, dice presidente del FIDA
Foto: Jorge Luis Baños
La Habana, 18 may.- Cooperativas de Créditos y Servicios (CCS) de cuatro provincias, que abarcan a 13.000 familias campesinas, se benefician de una iniciativa que cuenta con respaldo del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), una organización especializada de la Organización de  Naciones Unidas (ONU).
El apoyo al proyecto de Desarrollo Rural Cooperativo en la Región Oriental (PRODECOR) para la producción de maíz y frijoles en 18 municipios de las provincias de Holguín, Las Tunas, Granma y Santiago de Cuba marca la reactivación de la colaboración de FIDA a Cuba, que esperamos ampliar en el futuro, dijo a medios de prensa el presidente del FIDA, Kanayo F. Nwanze.
De visita en Cuba hasta este sábado,  Nwanze se entrevistó con autoridades cubanas y el día previo a su partida viajó a Holguín, distante 734 kilómetros de La Habana, donde pudo conocer in situ la iniciativa agrícola lanzada el pasado año. El programa dispone de una inversión total de 45,3 millones de dólares e incluye a 157 cooperativas.
De ese monto, el FIDA aporta 10,7 millones de dólares, en tanto el Fondo Fiduciario de España, mecanismo financiero administrado por la entidad de la ONU, contribuye con 27 millones de dólares. Cuba ha puesto a disposición del proyecto unos 7,6 millones de dólares. Autoridades de la nación caribeña esperan que este plan ayude a elevar la producción de granos.
El proyecto facilitará la capacitación y fortalecimiento de las cooperativas integradas por pequeños agricultores e impulsar métodos de producción sostenible y una mejor gestión empresarial. También facilitará a las CCS la adquisición de maquinaria y equipos modernos para sus labores productivas.
En opinión de Nwanze, la experiencia de FIDA en el apoyo a cooperativas agrícolas de América latina y El Caribe puede ayudar a la transición hacia un nuevo modelo de producción del agro en Cuba como contribución decisiva a su seguridad alimentaria. Este país importa el 80 por ciento de sus alimentos a un costo anual de 2.000 millones de dólares.
Según autoridades, los créditos externos constituyen una fuente importante de financiamiento para el desarrollo de la agricultura, una de las asignaturas pendientes de la economía cubana.  Al respecto, mencionan a China, Venezuela, Brasil e India entre los países que apoyan programas encaminados a elevar producciones del agro cubano. (2015).

El inestable crecimiento de EE.UU. pone en aprietos a la Fed

Por JON HILSENRATH, WSJ

El cierre de algunos puertos en EE.UU. afectó el comercio y dio un momentáneo golpe a la economía del país. Ben Margot/Associated Press
Una serie de datos económicos recientes no sólo apuntan a un crecimiento menor del previsto de la economía estadounidense, sino que dejan de manifiesto que su recuperación anémica es vulnerable y ser descarrilada por shocks pasajeros.
La falta de dinamismo, el crecimiento de la economía de Estados Unidos podría ser nulo este año, probablemente hará que la Reserva Federal (Fed) lo piense dos veces antes de empezar a subir las tasas de interés de corto plazo desde un nivel de casi cero.
El banco central observa varios indicadores de la fortaleza subyacente de la economía, como una mejora del empleo y un alza de los ingresos y el patrimonio.
No obstante, una gama de otras cifras retrata un panorama menos optimista. La Fed informó el viernes que la producción industrial de EE.UU. se contrajo 0,3% en abril frente a marzo, la quinta contracción mensual consecutiva. El índice que mide el estado de ánimo de los consumidores, compilado por la Universidad de Michigan, también descendió, lo que se suma a las magras ventas minoristas de abril y paupérrimas cifras comerciales.
Los analistas de Wall Street están revisando a la baja las estimaciones para el crecimiento del segundo trimestre y muchos prevén que el crecimiento del primer trimestre termine siendo negativo. J.P. Morgan JPM -0.26% proyecta una expansión de apenas 0,5% para el primer semestre.
Este telón de fondo revela una de las características fundamentales de la actual recuperación estadounidense: una economía que crece lentamente puede ser descarrilada por disturbios pequeños y pasajeros.
“Las economías… son más estables cuando crecen a una velocidad moderada que cuando crecen lentamente”, señala Lawrence Summers, profesor de Economía de la Universidad de Harvard y ex asesor económico del gobierno del presidente Barack Obama. Una economía que se expande a paso de tortuga “está a un golpe moderado de caer en recesión”.
Pocos economistas creen que EE.UU. esté cerca de caer en recesión, pese a su magro desempeño. Un grupo de 62 economistas que participaron en una encuesta de The Wall Street Journal este mes asignan una probabilidad de apenas 12% a una recesión en 2015. Una estimación realizada por el Banco de la Reserva Federal de Nueva York sobre las probabilidades de la recesión, basado en los movimientos de los bonos del Tesoro de EE.UU., asigna una probabilidad igualmente baja.
Las recesiones van a menudo acompañadas de olas de despidos, algo que no está ocurriendo. El Departamento del Trabajo reportó que las solicitudes de seguro de desempleo, un indicador de despidos, rondan sus niveles más bajos de los últimos 15 años. La mejora del empleo ha redundado en un crecimiento de los ingresos de las familias. Los ingresos de los hogares, calculados después de impuestos y desestacionalizados, subieron 3,8% interanual en el primer trimestre.
“Debiéramos empezar a ver un alza hacia un crecimiento de 3%, que hemos estamos previendo durante los tres últimos trimestres”, vaticina David Altig, director de estudios del Banco de la Reserva Federal de Atlanta, en una entrevista. “Los últimos datos aún no confirman tal postura”.
Altig indicó se sentirá más confiado respecto a un crecimiento más robusto cuando vea un repunte del consumo. Uno de los factores que ha sorprendido a la Fed es el avance modesto del consumo a pesar de la mejora de los ingresos y el patrimonio. En un momento en que las exportaciones están siendo perjudicadas por la fortaleza del dólar, el gasto de los consumidores es un motor particularmente importante de crecimiento económico.
La Fed, que a comienzos de año contemplaba un aumento de tasas por primera vez desde reducirlas a casi cero en 2008, ha señalado que aplazará la medida hasta que observe mayores avances en materia de empleo y adquiera una mayor confianza de que la inflación, que se ha ubicado por debajo de su meta de 2% durante casi tres años, esté en una trayectoria alcista.
Un alza de tasas en junio parece cada vez más improbable. El precio de los contratos a futuro de la tasa de fondos federales, la tasa de referencia de la Fed, han estado aumentado, una señal de que el mercado estima que un incremento en junio es poco probable. Además, una vez que el banco central comience a subir las tasas, las dudas persistentes en torno a la economía limitarían el ritmo de alzas futuras.
Por ahora, al menos, la Fed no tiene ninguna prisa.
“No hay presión para decidir sobre la trayectoria futura de la política en la actualidad, de modo que soy partidario de esperar a ver qué ocurre prestando mucha atención a las cifras”, reconoce John Williams, presidente del Banco de la Reserva Federal de San Francisco en un reciente discurso pronunciado en Nueva York.
Cuando la economía vuela a una altitud tan baja, incluso un disturbio pequeño la puede obligar a aterrizar. El crecimiento ha promediado 2,2% durante la expansión actual, muy por debajo del 3,6% promediado en las tres expansiones previas, dejando poco margen de error.
La economía estadounidense ya ha sido golpeada por algunos mini sacudones en los últimos meses, algunos más serios y duraderos que otros. Los cierres temporales de los puertos de la costa del Pacífico y el mal clima en el Noreste del país, que afectaron el comercio, ya pasaron. Un alza del dólar, que perjudica las exportaciones y alienta las importaciones, y una caída del precio del petróleo, que beneficia a los consumidores, pero socava la exploración y la inversión petrolera en el país, siguen repercutiendo. El alza del dólar y la caída del crudo se han revertido parcialmente en las últimas semanas, complicando el panorama.
Si el crecimiento del primer trimestre de 0,2% es revisado a la baja y acaba siendo una contracción, tal y como prevén numerosos analistas, se trataría de la tercera ocasión en que la economía registra una contracción trimestral durante el actual ciclo expansivo.
En realidad, la economía estadounidense ha sido menos volátil que lo normal desde el fin de la recesión a mediados de 2009, señala James Stock, profesor de la Universidad de Harvard que acuñó la expresión la “Gran Moderación” para describir el crecimiento estable de las décadas anteriores.
Las desviaciones en el crecimiento de uno a otro trimestre no han sido más amplias durante esta recuperación que en las anteriores, aseveró. Además, las desviaciones en el crecimiento interanuales han sido la mitad de lo que fueron en los repuntes previos.
El economista, de todos modos, advierte riesgos en caso de que aumenten las turbulencias económicas. “Si se crece a un nivel muy bajo, se va a ser vulnerable a estos shocks importantes que si se crece a 3,5% o 4%”, dice. “Es uno de los grandes desafíos de política”.
Puesto que las tasas de interés están casi en cero, en parte debido al débil crecimiento, la Fed no tiene margen para reducir las tasas de interés en caso de que ocurra un bajón de la economía. Es uno de los motivos por los cuales algunos en el banco central son partidarios de tener paciencia antes de subir las tasas.